LAS MARCAS COMERCIALES EN LAS CAMISETAS DE JUEGO
¿Cómo empezaron a aparecer logos en el mundo camisetero futbolero?
Como amantes del fútbol clásico, tenemos cierta preferencia por las camisetas clásicas inspiradas en la cultura camisetera de los 70, 80 y 90. Precisamente en los años 70, se produjo un cambio muy significativo en las camisetas de juego de fútbol. Las marcas deportivas, por mucho tiempo ocultas en la etiqueta al interior del cuello, comenzaron a aparecer en el pecho de las camisetas. Hoy es imposible imaginar un kit sin sus logos.
El primer logo en una camiseta de fútbol data de 1965, cuando Le Coq Sportif colocó su gallo en el pecho de Nantes, CSO y Lyon. Mucho años antes de que Nike se fundara e incluso antes de que Adidas diseñara su logotipo. Pero fue otra marca la que cambió el estilo en el que se diseñaron y vendieron los informes de fútbol
Esta historia no se entiende sin un protagonista, de nombre Admiral y de origen británico. La compañía fue fundada en 1914, en Leicester, como una empresa textil. Aunque su principal producto era ropa interior para soldados, en un afán de diversificar, encontró el fútbol como negocio alternativo, aunque, la compañía inglesa no apostó fuertemente por él, hasta después de que Inglaterra se coronara campeona en el Mundial de 1966. Identificado el nuevo mercado, Bert Patrick, dueño de Admiral decidió entrar en la industria con una estrategia bastante agresiva basada en crear diseños únicos poniendo el foco en niños y adolescentes. La idea fue crear diseños distintos para que el único modo de representar a tu equipo fuera comprar la camiseta Admiral, nada de diseños planos. En Inglaterra, para vestir como tu selección en 1970 solo tenías que comprar una camiseta blanca y coserle un escudo. Diez años después, los niños necesitaban la camiseta Admiral, que además se presentaba como la primera réplica oficial. El asunto llegó hasta el parlamento, donde el laborista Lord Islswyn pidió una investigación a Admiral por el abuso de su situación.
El año clave en aquellos esfuerzos fue la temporada 1973-74, cuando Admiral se transformó en la primera marca (tras la excepcionalidad de Le Coq Sportif en 1965) en hacer visible su logo en todas sus camiseta de fútbol. Y comenzaron con la del Leeds United, uno de los equipos más ganadores de Inglaterra durante aquella época.
Después de Leeds vino la selección inglesa. Admiral y la FA firmaron en 1974 su primer acuerdo, con un pago de 15.000 libras esterlinas al año y un 10% de royalty. La alianza se extendió por unos años e incluso sirvió para crear camisetas icónicas como las de 1982.
Como pionero en esta actividad consiguió vestir a muchos clubes en las islas británicas como el Manchester United, el Tottenham Hotspur, el Southampton y el West Ham. Más allá de Inglaterra, su logo también lo vimos en el Aberdeen, el Hearts y el Motherwell de Escocia, el Red Star de la entonces Yugoslavia, el Frankfurt de Alemania, así como en el Bologna de Italia.
Sin duda Admiral, con Bert Patrick a la cabeza comenzó una nueva era camisetera con nuevas prácticas innovadoras y hasta el momento poco conocidas como por ejemplo, firmar una prima de un millón de libras con la selección de Singapur si esta llegaba a vencer en la Copa del Mundo (en otro intento por aparecer en los medios). También ficharon al árbitro Roger Kirkpatrick, a médicos para que colocaran su bolsa patrocinada bien visible mientras hacían uso del agua milagrosa y convirtieron en habitual las chaquetas durante el calentamiento para poder mostrar su marca. En julio de 1982 Le Coq Sportif llevó al extremo esta práctica al vestir a la selección italiana con sus chaquetas a pesar de que Barcelona estaba pasando en esos momentos por una histórica ola de calor.
Las 15.000 libras que Admiral pagaba a la Football Association en 1974 se convirtieron en 33 millones que pagó Nike en 2016. Aunque las cifras que se hacen públicas nunca son fiables, algunos clubes podrían triplicar y cuadruplicar esos números. Lo que nació como una idea de una empresa de ropa interior ha terminado como una mina de oro para clubes y federaciones. Admiral, la marca que inició todo, no supo responder a las deslocalizaciones y en 1982 se declaró en bancarrota para ser luego despiezada y vendida en trozos.